Mi jefe no necesita un microondas, le basta con meterle prisa al horno.
miércoles, 13 de julio de 2011
lunes, 11 de julio de 2011
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ( V )
5.- MANEJAR LOS SENTIMIENTOS AJENOS:
Si para influir en los sentimientos propios necesitamos conocernos bien, es lógico pensar que para manejar los sentimientos ajenos necesitamos conocer a nuestro colaborador. Y en parte tenemos razón, pues tendremos más armas para ello, pero no es indispensable.
¿Por qué no necesitamos conocer a nuestro colaborador?
Por que no queremos influir sobre todos sus sentimientos, normalmente queremos despertar y/o potenciar ciertos sentimientos en él. Trataremos de forma distinta la influencia sobre otra persona de la influencia sobre nosotros mismos, porque nosotros podemos sentir nuestros propios sentimientos, pero sólo podemos intuir los ajenos.
Y no hace falta conocer a una persona para despertar un sentimiento en él. Si vamos por la calle y a la primera mujer que vemos le decimos que nos gusta su vestido, y le preguntamos dónde se lo ha comprado, seguro que le encantará; pero si hacemos un comentario despectivo en voz alta respecto al vestido, seguro que se enoja.
Mediante nuestras acciones y comentarios hacia otra persona, podemos generar sentimientos muy positivos, pero también muy negativos. Tenemos que saber que la influencia sobre otra persona será mucho más fuerte que sobre nosotros mismos; y mayor será cuanto más alto sea nuestro cargo en la empresa. Esto es un arma muy potente, pero también muy peligrosa, y es un arma de doble filo.
Para influir sobre los sentimientos de otra persona seguiremos cuatro pasos básicos:
1. Preguntarnos: ¿Por qué queremos influir sobre ésta persona?
La respuesta a ésta pregunta nos dará una idea clara de nuestro objetivo, y nos ayudará a no desviarnos de él. Y nos contestará sobre la ética de nuestra intención.
2. Nos interesaremos por su trabajo y sus acciones, y mostraremos ese interés; y repito, debemos estar interesados, no aparentar estar interesados por su trabajo. Si realmente no lo estamos, es mejor dejar esto en manos de otro que sí lo esté de verdad. Lo de fingir no está hecho para un directivo, porque tarde o temprano te descubrirás y perderás toda credibilidad.
De ésta manera conoceremos bien sus acciones en campos concretos, y tendremos las armas que necesitaremos después. Al hacer afirmaciones sobre su trabajo, las haremos con conocimiento de causa, y eso lo sabrá.
Para mostrar interés, deberemos hacer preguntas acerca de su trabajo. El qué, el cómo y el cuando son importantes (entre otras).
3. Ya tenemos las armas necesarias para generar o reforzar sentimientos en ésa persona. Buscaremos el momento oportuno y haremos comentarios acerca de su trabajo. Los comentarios deben estar bien pensados para ejercer la influencia que necesitamos en ese momento.
Si elogiamos su trabajo de forma activa, (ver artículo Más por Menos) generaremos una satisfacción enorme en la otra persona, que se transformará en motivación y dedicación.
Si introducimos dudas, generaremos estrés y desconfianza.
Si introducimos ambas y reforzamos la confianza, generaremos estrés y motivación a la vez.
4. Analizaremos si el sentimiento despertado es el que queríamos o no, y si el resultado de despertar ese sentimiento es el que buscábamos o no.
Todos los Gurús del Management utilizan ésta capacidad de generar sentimientos para influir positivamente en las personas de sus organizaciones, pues de ésta manera generas un clima de confianza, de satisfacción y de reconocimiento, que se transforma en dedicación, entrega y más satisfacción; generando una rueda que cuesta mucho de parar. Influir negativamente en las personas es algo poco ético, y muy desagradable. A nadie le gusta estar con “personas negativas”, y eso es por que nos generan sentimientos negativos.
Un ejemplo claro es la influencia de los padres sobre sus hijos. Son capaces de sacar lo mejor de ellos o hundirlos en la miseria, y solamente haciendo un comentario adecuado o inadecuado.
Reto: Empieza analizando el resultado de los comentarios que haces a la gente que te rodea, e intenta mejorar éstos comentarios para generar una influencia positiva sobre ellos.
Puedes leer más acerca de éste tema en:
miércoles, 6 de julio de 2011
FORMANDO NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO
Lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos: ¿Para qué formamos un equipo de trabajo?
Si comparamos el trabajo que puede desarrollar una sola persona, con el que puede desarrollar un equipo, obviamente es superior el del equipo, por tanto formaremos equipos para reducir el tiempo de desarrollo del proyecto. Hay proyectos, que por su volumen de trabajo, no es factible que los realice una única persona.
Muchos directivos se conforman sólo con esto, Pero algunos llegan mucho más allá, y obtienen resultados infinitamente superiores. Buscan la excelencia en el proyecto, aunque sea a costa de un tiempo de desarrollo superior.
¿Qué buscamos cuando formamos un equipo de trabajo?
Si lo que queremos es únicamente reducir el tiempo de desarrollo, lo que buscaremos son personas competentes en sus áreas y focalizadas en su trabajo y de pensamientos parecidos; y un responsable muy marcado, de amplia experiencia en todas la áreas del proyecto, que distribuya el trabajo entre los miembros del equipo, que solucione rápidamente las discrepancias, que reduzca los plazos al máximo, y que exija resultados a cada miembro. Éste asignará cada trabajo al que considere mejor preparado para ello.
Cómo los miembros del equipo tienen un perfil parecido, habrán pocas discusiones, y las que surjan, el líder se encargará de resolverlas pronto con una decisión tajante. Cada miembro hará la parte que le asigne el jefe, y será responsable de ella, dejando de importarle el resto del proyecto. El responsable sabrá perfectamente quien ha hecho qué y podrá exigir responsabilidades al que se equivoque. El proyecto tendrá una única visión, que es la del líder, y cualquier discrepancia se habrá atajado pronto. Si éste se equivoca, el proyecto será un fracaso. Dependeremos de una única persona.
Si lo que buscamos es un resultado óptimo o incluso sorprendente, nos interesa tener personas distintas, incluso raras, para darle al proyecto una visión lo más amplia posible; buscaremos personas de caracteres diferentes, para fortalecer las discusiones, porque éstas hacen pensar a las personas y dar lo máximo de cada uno. Pondremos un responsable que fomente el debate, que tome decisiones por votación en caso de discrepancia, que no abuse de su autoridad y que además fomente las iniciativas personales dentro del grupo y las halague; o mejor aun, no pondremos responsable y dejaremos que un líder verdadero destaque dentro del grupo y tome las riendas; éste líder habrá salido porque la mayoría lo acepta como tal, pues no hay líder sin seguidores. Y no pondremos ninguna persona que no quiera estar dentro del grupo, sólo pondremos voluntarios que compartan el objetivo del proyecto.
De ésta manera, no sólo se realizará el trabajo en menos tiempo, sino que además se habrán exprimido todos los cerebros del grupo. Cómo cada miembro habrá escogido la parte del proyecto que más le interesa, el resultado será muy superior; y el equipo entero habrá salido reforzado de la experiencia y habrá aprendido mucho de sus compañeros. El proyecto tendrá una visión muy amplia, con ideas innovadoras. Se habrán analizado infinidad de combinaciones posibles para llegar a una solución óptima decidida entre todos, y no sólo por la visión de uno de ellos. El resultado, con toda seguridad, será infinitamente superior.
Conclusión:
Si nos conformamos con reducir tiempos de desarrollo, necesitamos un grupo de trabajo, formado por gente especializada y de visión parecida, coordinado por un jefe experimentado y resolutivo.
Si buscamos un resultado excelente, necesitaremos un equipo de trabajo. Entendiendo como equipo, a un grupo de personas que trabajen juntos, que se complementen, que conozcan los puntos fuertes de cada uno de ellos y las carencias, y sobretodo que compartan el objetivo del proyecto y estén voluntariamente en él.
jueves, 30 de junio de 2011
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ( IV )
4.- GESTIÓN DE NUESTROS SENTIMIENTOS INTERNOS EN LA PRÁCRICA:
Hemos tenido una mañana horrible en el trabajo, una línea de producción se ha estropeado, avisas al servicio técnico y les aprietas para que la pongan en marcha cuanto antes, pues necesitas el producto si o si. El servicio técnico, la ha rota más intentando arreglarlo, no se podrá servir el producto a nuestro mejor cliente. Para no perder tiempo has ido a comer al Frankfurt de la esquina y se te ha caído el Ketchup por encima, manchando la camisa, la corbata y el traje. Has tenido que ir con “la medalla” puesta a darle explicaciones a tu cliente por la tarde, y con las prisas no has visto un coche en la rotonda y has tenido un accidente. Por suerte has podido seguir (después de hacer un parte amistoso y perder media hora). El cliente no te recibe hasta última hora. Te vas luego directo a casa, dejando tirado a tu compañero en la final del torneo de tenis del club. Llegas a casa tarde y malhumorado, y al verte, tu hijo de 5 años viene corriendo a darte un abrazo y golpea la pata de la mesita de la entrada sin querer. El jarrón japonés se tumba, rueda por la mesa, llega el extremo, y tú, al intentar cogerlo, te golpeas la cabeza con la esquina de la estantería, das un grito de dolor, y el jarrón se te escapa de las manos, cae al suelo y se rompe en mil pedazos…
¿Qué pasará después?
Probablemente tu hijo pagará las consecuencias de tu maravilloso día. Y eso que odiabas el jarrón Japonés que te regaló tu suegra…
Un día malo lo tiene cualquiera, todos nos hemos llevado broncas desproporcionadas; y por eso sabemos que no son nada productivas, y probablemente luego nos arrepentiremos de haberlo hecho. Si hubiéramos gestionado los sentimientos que llevábamos dentro antes de entrar en casa, o a medida que éstos iban apareciendo, se podría haber zanjado el tema del jarrón japonés con un “no pasa nada hijo, ha sido un accidente, ahora lo recogemos y ya está. Seguro que la próxima vez vas con mas cuidado ¿a que si?”
¿Cómo gestionamos pues esos sentimientos?
Analicemos primero los sentimientos que llevamos dentro:
- Enfado con el director de producción por dejarlo todo para última hora.
- Frustración por no haber podido arreglar la línea con el servicio técnico.
- Victimismo por ser tan inoportuna la mancha de Ketchup.
- Más enfado contigo mismo por haber chafado el coche.
- Enfado con el cliente por no haberte recibido antes.
- Más enfado contigo mismo por haberte perdido la final del torneo.
- Cansancio físico y mucho estrés acumulado durante todo el día.
No está mal para un día.
Antes de entrar en casa, en el coche por ejemplo, respiraremos hondo tres veces (o más) para relajar el ambiente.
Programaremos los pasos a seguir mañana para resolver el problema de forma lógica y ordenada. Buscamos soluciones racionales y no impulsivas:
A primera hora hablar con el servicio técnico, evaluar los daños y programar la reparación, y luego hablar con el responsable de Producción para que, con el tiempo de reparación previsto, te dé un nuevo plazo, y poder comunicárselo al cliente. Ver que todo lo necesario para la Producción esta en marcha, y vemos cómo afecta esto a la producción programada que se verá retrasada. Realizamos un plan de actuación.
Iremos a comer tranquilamente con el jefe, para darle una explicación de lo que ha pasado y de cómo se está solucionando. No daremos excusas ni intentaremos esconder nada, porque perderemos toda nuestra credibilidad y confianza. Al final todo se sabe. Asumimos las culpas y las consecuencias, siendo francos e íntegros. Y, si decidimos mencionar que Producción lo deja todo para el último momento, lo haremos cómo si fuera un problema nuestro, no implicándoles en el problema.
Una manera de hacerlo sería: “Supongo que me he puesto nervioso al ver que se apuraba la producción hasta el último momento. Me cuesta no estresarme y confiar en producción cuando estamos a punto de cumplir los plazos y no tenemos el producto. Ya miraré de controlarme mejor, y hablaré con ellos para ver si pueden no apurar tanto las fabricaciones.”
Por la tarde supervisaremos la reparación y la puesta en marcha. Y más adelante nos miraremos cómo se podría haber evitado. Tomaremos las riendas que sin duda hemos perdido durante el día.
Lo del coche y las manchas, te están bien empleadas, por haber gestionado tan mal tu estrés, así que asume que has cometido un error, aprende de él, y deberás solucionarlo, pero no hace falta que sea de inmediato, así que dejas para pasado mañana el llevar el traje a la tintorería, y la semana que viene llevaras el coche al taller.
Bien, mentalmente hemos solucionado el problema, por lo que el estrés seguramente habrá disminuido considerablemente, y nuestro enfado será indudablemente menor. Asumiendo la situación, desaparece el victimismo, y seguimos disminuyendo el enfado.
El cansancio físico se arregla durmiendo bien ésta noche. Cómo habremos hecho todo lo anterior, nos será más fácil conciliar el sueño. Cómo ya está todo solucionado mentalmente, nos centraremos en pensamientos diferentes y más positivos, o hablaremos un rato con nuestra pareja de algún tema que nos ayude a relajarnos y que nos motive. Seguiremos relajando el ambiente.
Con la práctica, aprenderás a reconocer los sentimientos que se generan dentro de ti, y a manipularlos a tu conveniencia. Piensa que tus sentimientos son sólo tuyos, y nadie mejor que tú puede conocerlos, así que te invito a experimentar con ellos, y a intentar manipularlos todo lo que puedas, para lo bueno y para lo malo, así te conocerás mejor, y podrás “manipularte” más fácilmente a tu conveniencia.
Puedes leer más acerca de éste tema en:
miércoles, 22 de junio de 2011
OPORTUNIDADES DE NEGOCIO EN TIEMPOS DE CRISIS, CON MICHAEL PORTER
Según el conocido Gurú del Management Michael Porter, “la recesión económica no sólo traerá problemas, sino también grandes oportunidades”.
La economía se mueve en ciclos. En los ciclos de crecimiento, las empresas nacen, crecen, investigan, abren nuevas áreas de negocio, y sobretodo son rentables. Estos crecimientos, suelen ser rápidos y desordenados, ya que se está más pendiente de no perder cuota de mercado, que de optimizar los recursos actuales; posición lógica ya que pese a no estar optimizando recursos, se gana mucho dinero. En los ciclos de crisis, las empresas optimizan recursos, reducen gastos, eliminan áreas de negocio no rentables, se ajustan a las demandas actuales, y si no se ha sabido llevar bien, mueren.
Estos ciclos se suceden siempre uno detrás de otro. Así pues, sabemos que después de una etapa de crecimiento, vendrá una de crisis, y después otra de crecimiento, y así sucesivamente.
Las oportunidades de negocio, surgen en todos los ciclos, pero la capacidad de las empresas para aprovecharlas cambia sustancialmente si estamos en una época de crisis o de bonanza. En épocas de crecimiento, muchas empresas lucharan por cada oportunidad de negocio y, cómo las arcas están llenas, nadie escatimará en gastos, generando oportunidades muy competidas, de ciclos cortos y por tanto menos rentables.
En épocas de crisis, no sólo surgen las oportunidades de negocio normales del mercado, sino que también surgen las oportunidades derivadas del cierre (total o de áreas) de nuestros competidores, y cómo los clientes suelen ser mucho más exigentes, generan una nueva demanda hasta ahora no satisfecha. Estos nichos de mercado, nos pueden proporcionar grandes beneficios.
A esto hay que sumar que, debido a la falta de liquidez habitual en ésta época, las empresas están mucho menos dispuestas a invertir en nuevas oportunidad, por lo que tendremos menos competencia, y consecuentemente, una posición mucho más ventajosa en el mercado.
Por tanto, una a de las mejores opciones en épocas de crisis, es reconducir el negocio, y estar atento a nuevas oportunidades que seguro que surgirán en el mercado. De ésta manera, no sólo no deberemos prescindir de parte de nuestro equipo, sino que nos fortaleceremos diversificando nuestro negocio.
RETO: Identifica alguna oportunidad de negocio que no has querido aprovechas en ésta última crisis por no querer generar gastos.
jueves, 16 de junio de 2011
“LOS INDIGNADOS” y la ¡CONDENADA VIOLENCIA!
Sólo puedo empezar condenando la violencia mostrada en la manifestación convocada para bloquear el acceso al “Parlament de Catalunya”.
Como de costumbre, la idea fue buena, y la realización modesta. Fue por culpa de unos pocos “violentos” que todo se estropeó, pero fue. Y eso no se puede tolerar. En éste caso, espero que realmente se actúe con contundencia, tanto desde las instituciones como desde los organizadores de Los Indignados. Por parte de unos, espero que castiguen ejemplarmente a los violentos, pues los ciudadanos ya estamos artos de tanta violencia mostrada en las calles de nuestras ciudades. Y por parte de los otros, espero una disculpa pública a la clase política, al resto de ciudadanos por que se han violado nuestros derechos a ser representados en las cámaras, y por el bien del propio movimiento.
Quiero recordar que Los Indignados ya disponen de cierta popularidad, y cuentan con la simpatía de muchos ciudadanos, pero ésta se está deteriorando por momentos debido a varios actos violentos. Propongo que utilicéis la popularidad para convocar una rueda de prensa y disculparos públicamente, pues los medios de comunicación no sólo no os negarán la entrevista, sino que probablemente le den alas a la noticia.
Para que éste movimiento no pierda fuerza, hay que dejarse de tanta protesta y dar el siguiente paso. Falta organización, ponerse metas, escoger unos líderes, y hacer propuestas directas y realistas. A partir de aquí, se abrirá el debate político. Pues sin propuestas no hay debate que valga.
Espero que reflexionemos todos acerca de la sociedad que queremos, y cómo queremos conseguirla. Y sobretodo espero que valoremos y cuantifiquemos el esfuerzo que realizamos cada uno para mejorar nuestra sociedad.
miércoles, 8 de junio de 2011
“LOS INDIGNADOS” Y DEMOCRACIA 4.0
Creo que ya es hora de dejar las calles y hacer propuestas realistas.
Éste movimiento ha estado bien para empezar, ha sido relativamente pacífico y apolítico, lo que le ha dado alas. Lástima que hayan permitido la entrada de los “Anti-sitsema” a las plazas, que han dado una muy mala imagen a la movida.
Pero ya es hora de dejar las calles, y hacer propuestas que valgan la pena. Y no hablo de las propuestas que he oído hasta ahora, como saldar la hipoteca con la entrega del piso, que el voto en blanco esté representado por una silla vacía, cosas que están muy bien, pero lo que se necesita son propuestas para cambiar el sistema político actual, que al fin y al cabo es de lo que se quejan.
La democracia actual se ha convertido en una guerra de partidos para llegar al poder, y chupar del bote durante 4 años, y lo que venga después no importa. Ansias de poder, Corrupción, Mentiras, Todo vale para llegar al poder. Y luego auditorías externas para ver cómo han quedado las arcas del estado, críticas, recortes etc.
Actualmente la Oposición debe intentar que el país se hunda, para que con él se hunda el Gobierno, y poder gobernar en las siguientes elecciones. Y mientras tanto, los ciudadanos a pagar las consecuencias de ésta guerra.
Una propuesta de Básica. Cambios en el sistema actual.
El Gobierno, que se dedique a gobernar, que presente presupuestos, partida destinadas a varios fines, que se debatan, que se reformen, y que finalmente se aprueben. Y la Oposición, que se dedique a trabajar, porque es parte del la cúpula directiva del país. Que no se dedique a criticar e intentar alborotar a la población en contra del Gobierno.
Esto es muy fácil de decir, ¿pero cómo se consigue?
Primero, creo que las cuentas públicas, deberían ser públicas, y actualizadas en todo momento. Que cualquier ciudadano pueda acceder y ver en qué se están invirtiendo sus impuestos, de cuanto presupuesto se dispone y cómo se dispone de él.
Lo segundo, es poner a la Oposición a trabajar, que para eso se les paga. Su principal trabajo es controlar las cuentas generales, y eso lo harán muy bien, pues les interesa publicar las “posibles desviaciones” y malas gestiones, para debilitar el Gobierno.
Un tercer punto muy importante, es abrir un tiempo prudente de reacción, antes de autorizar al gobierno a llevar a cabo un plan específico de actuación. En éste periodo, la Oposición debe presentar planes alternativos si lo desea. Y luego puede criticar el plan del Gobierno. Debería estar prohibido hacerlo a la inversa.
De ésta manera evitamos también las críticas destructivas, y las convertimos en constructivas. Lo siento, pero para criticar, antes debes presentar alternativas, y para ello hay que trabajar.
Y para poder llevar a cabo esto, los presupuestos, deben ir por partidas. Partiendo de unos ingresos generales, se dividen en inversiones por sectores, y luego, a lo largo de la legislatura o el año, se aprueban partidas destinadas a cada proyecto individual, y éstas partidas se controlan tanto por el Gobierno que las aprueba, como por la oposición que las supervisa, o presenta planes alternativos. Estas partidas deben estar en los presupuestos generales presentados cada año.
Otro cambio que creo que podría ser interesante, es introducir el voto ciudadano en las cámaras. Disponemos de tecnología suficiente como para votar desde casa, y por Internet, sin que eso represente un trauma para el ciudadano. Si el peso del voto ciudadano es entre el 20% y el 30%, es poco significativo para ir entorpeciendo el trabajo de Gobierno y oposición, pero es suficiente para rechazar un plan impopular, si se suma a los votos de la Oposición, o para tirarlo adelante con un Gobierno en minoría.
Es probable que normalmente haya una muy baja votación popular, pero en ocasiones especiales, podrá ser muy determinante.
En casos como la actual alcaldía de Tarragona, o en los últimos Tripartitos Catalanes, que la Oposición quiere pactar para que no gobierne la lista más votada, el voto de la Población podría haber evitado dichos pacto, o secundarlos con sus votos.
Éste voto también daría a Gobierno y Oposición más información de lo que quiere el ciudadano, y no estarían tan lejos de la realidad.
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