domingo, 11 de diciembre de 2011

PRIMER HÁBITO: PROACTIVIDAD.

Ser Proactivo es una necesidad a la hora de trazar tu propio camino, pero para entender mejor la proactividad, explicaremos antes lo que sería el comportamiento opuesto: la reactividad.

Todas las personas han estado influidas durante su formación, tanto por nuestros educadores como por las circunstancias particulares en las que hemos aprendido. Por tanto tenemos una serie de determinantes que nos han hecho como somos:

  • Determinismo genético: La culpa es de nuestros Abuelos, que nos han pasado su ADN, estamos programados genéticamente para reaccionar de determinada manera. Por ejemplo el mal genio.

  • Determinismo psíquico: La culpa es de los padres, que nos han educado de una forma determinada.

  • Determinismo ambiental: La culpa es de la gente que nos rodea, que nos han influido en nuestra forma de ser.

Estos tres determinantes se basan en la teoría Estimulo/Respuesta: Estamos predeterminados (preprogramados o preeducados) a dar una respuesta concreta a cada estimulo recibido. Actuamos como animales irracionales, sin capacidad de decidir cual es la respuesta que queremos dar. No tenemos ningún control de nuestro propio destino.

De esta forma, la reactividad nos exime de toda responsabilidad sobre nuestros actos. En la reactividad sólo encontramos excusas para justificar nuestra forma de ser o de actuar. No somos dueños de nuestros actos. La Proactividad va a cambiar esta forma de ser.

En una conducta Proactiva, introducimos un espacio para analizar las opciones disponibles y sobretodo para analizar las consecuencias de esas opciones, antes de dar la respuesta apropiada. Asumimos las consecuencias de dichas decisiones aunque no sean las consecuencias previstas. De esta manera, podemos trazar nuestro destino, podemos ser dueños de nuestra vida y reparar o corregir aquello que no nos guste.


REACTIVIDAD
ESTÍMULO → RESPUESTA
PROACTIVIDAD
ESTÍMULO → ESPACIO PARA ELEGIR → RESPUESTA


La gran diferencia entre Reactividad y Proactividad está en la responsabilidad que asumimos al tomar el timón de nuestra nave. Nos quedamos sin excusas, y debemos asumir las consecuencias de nuestros actos. Como contrapartida a esa responsabilidad, nos dirigiremos a dónde queramos.

Mediante la Proactividad  también somos capaces de decidir lo que nos afecta o nos hiere, pues lo que nos hiere no es la acción recibida sino nuestra reacción a esa acción. Las cosas o las personas pueden herirnos físicamente, y producirnos dolor físico, pero la manera en que nos afecta ese dolor es cosa nuestra.

¿Y cómo seremos proactivos?
Ahora explicamos varios puntos que nos ayudarán a ello:

TOMAR LA INICIATIVA

Muchas personas (reactivas) esperan que algo suceda, esperan que venga su Ada madrina y resuelva todos sus problemas con un golpe de su varita, esperan que les toque la lotería y todos sus problemas se resuelvan; esperan toda la vida sabiendo que eso no sucederá.

Hay otras personas que se mueven para resolver los problemas, que buscan que las cosas sucedan, que alcanzan sus objetivos, y que triunfan en sus vidas. A esas personas no les toca la lotería pero no lo necesitan porque todo les sale bien. En realidad no es así, muchas cosas les salen mal, pero se centran el los buenos resultados y aprenden de los errores en lugar de centrarse el los errores y buscar excusas para justificarlos. Son capaces de asumir sus propios errores.

Si quieres que algo ocurra, has de buscar el camino para que suceda.


CÍRCULO DE INFLUENCIA / CÍRCULO DE PREOCUPACIÓN.

Todos tenemos dos círculos, uno grande en el que ponemos todas nuestras preocupaciones, y otro más pequeño dentro del primero, que engloba aquellas preocupaciones sobre las que podemos influir. 



Lo que está fuera del círculo de influencia nos afecta, pero no tenemos ningún control sobre ello, un ejemplo claro es la economía de un país o las condiciones meteorológicas.

Las personas Proactivas se centran en su círculo de influencia, y ejercen planes para cambiar las preocupaciones que están a su alcance, descartando y asumiendo todo lo que está fuera de su círculo de influencia. De ésta manera reducen sus preocupaciones y realizan acciones para aumentar su círculo de influencia y poder resolver preocupaciones que a priori estaban fuera de su alcance. Avanzan paso a paso en el corto plazo para alcanzar grandes metas a largo plazo.

Un ejemplo claro de este comportamiento es la Oración inicial de Alcoholicos Anónimos: "Señor, concédeme coraje para cambiar las cosas que pueden y deben cambiarse, serenidad para aceptar las cosas que no pueden cambiarse, y sabiduría para establecer la diferencia"

Las personas reactivas malgastan su tiempo preocupándose de cosas sobre las que no tienen ningún tipo de influencia.


COMPROMETERSE Y MANTENER LOS COMPROMISOS
                         
En el centro mismo del círculo de influencia están los compromisos que adoptamos, con los demás y sobretodo con nosotros mismos (sobretodo porque son mas difíciles de mantener).

En el transcurso de nuestras vidas iremos proponiéndonos Metas, y estableciendo Objetivos más a corto plazo para finalmente alcanzar la Meta. Estos Objetivos deberán tener un plazo determinado, y es importante mantener nuestro propio compromiso para finalmente alcanzar la Meta. Con la misma fuerza deberemos mantener los compromisos con los demás, Sólo así seremos capaces de alcanzar Metas de gran calibre en las que muchas personas se vean involucradas.

Mediante este compromiso, forjamos nuestro carácter y lo dotamos de una integridad y constancia muy necesaria para logros futuros.


LA OTRA PUNTA DEL PALO

Al tomar una decisión, estamos asumiendo las consecuencias que esta decisión conlleva. Una decisión y las consecuencias de dicha decisión son dos entes inseparables, y por tanto debemos tener en cuenta que están unidos irremediablemente. Un palo siempre tiene dos puntas, y si lo partimos y tiramos una parte, seguiremos teniendo un palo con dos puntas; una de ellas diferente, pero un palo con dos puntas igualmente.

Es muy importante asumir cuanto antes las consecuencias de nuestras decisiones, y si nos equivocamos y sufrimos consecuencias inesperadas; asumiremos que nos hemos equivocado en nuestra decisión, asumiremos las consecuencias de dicho error, aprenderemos de él y volveremos a empezar con los mismos objetivos o con otros nuevos.

Artículos Relacionados:
LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA
SEGUNDO HÁBITO: COMIENZA CON UN FIN EN MENTE
TERCER HÁBITO: ESTABLECE PRIMERO LO PRIMERO

lunes, 21 de noviembre de 2011

LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA.

Stephen Covey.

En el primer capítulo de éste Blog vimos La Pirámide de Maslow, que juntamente con la Teoría de los Dos Factores de Herzberg forman uno de los pilares básicos para entender el comportamiento humano dentro de la sociedad, y en especial en el mundo empresarial.

En los próximos capítulos, veremos otro de los pilares básicos  del triunfo personal y colectivo: Los 7 Hábitos de la gente Altamente Efectiva.

Stephen Covey presentó ésta obra maestra en 1989, fue traducido a varios idiomas (al español en 1997), lleva vendidas más de 15 millones de copias, sigue siendo uno de los libros más leídos de su género, y sus ideas se aplican a diario tanto en le mundo empresarial como personal.

El libro nos presenta una serie de principios de acción que, a base de utilizarlos, los convertimos en hábitos, y por tanto acaban formando parte de nuestro carácter, forma de ser y forma de actuar. Para poder introducir estos hábitos nuevos en nuestras vidas, debemos cambiar ciertos Paradigmas. Los Paradigmas son los elementos intrínsecos de cada persona que nos hacen ver la realidad de una forma distinta a los demás

Ejemplo: Imaginemos que le decimos a nuestro hijo lo que tiene que hacer en todo momento y durante toda su vida, que castigamos cualquier acto de rebeldía por su parte, y que sus profesores en la escuela actúan de la misma manera. El niño, al hacerse mayor, esperará que le digan lo que tiene que hacer; y sólo se sentirá cómodo estando con gente que le diga lo que debe hacer. En su vida laboral será incapaz de tomar decisiones, y esperará a que otros decidan por él. Su forma de ver la vida será muy distinta de otras.

Podemos hacer que esa persona tome decisiones, pero sólo lo hará de forma natural si cambiamos su manera de ver la realidad, si cambiamos sus Paradigmas, distorsionados por el comportamiento de sus mentores en el pasado.


Todos tenemos Paradigmas distintos, generados por pasados distintos. Pero también todos podemos cambiar nuestra manera de ver la realidad, y si somos constantes, lo que al principio será una acción forzada, luego será un hábito, y luego un carácter, una forma de ser y una forma de actuar. Lo  importante es cambiar los paradigmas equivocados por paradigmas basados en valores como la equidad, la justicia, el respeto, la libertad etc., que son insensibles al paso del tiempo e inalterables.


El desarrollo de estas habilidades transcurre en tres etapas, y cada etapa nos ayuda a conseguir una victoria determinada:


La Victoria Privada.

Los tres Primeros hábitos nos llevarán a una victoria en la gestión de nuestra persona, de nuestro trabajo, y de nuestra manera de enfocar nuestra vida. Estos hábitos serán:

  1. Sé Proactivo: Los seres humanos, como animales que somos, estamos programados a dar una respuesta concreta a un estímulo determinado. Lo que nos diferencia de los animales es que el ser humano tiene la capacidad de pensar y decidir si esa respuesta programada es la que más nos interesa.  La Proactividad es la capacidad de decidir la respuesta que damos a un determinado estímulo, y por tanto la capacidad de decidir nuestro destino. Siendo Proactivos buscaremos las respuestas que más nos interesen en cada momento.

  1. Comienza con un Fin en Mente: Podemos ser muy Proactivos, pero no nos servirá de mucho si no sabemos a dónde queremos ir. Comenzar con un fin en mente da sentido a nuestra vida y a nuestro trabajo, a cada etapa por la que pasamos, pues las acciones los logros y lo que aprendemos en esa etapa están encaminados a algo más grande que deseamos conseguir.

  1.   Primero lo Primero: Después de tener la capacidad de decidir, y de saber dónde queremos llegar, debemos saber priorizar. Éste capítulo nos dará ciertas herramientas que nos ayudarán a escoger entre las muchas opciones que se nos presentarán a lo largo del camino. Aprenderemos a separar lo superfluo de lo importante, y a discriminar todo aquello que nos aleja de nuestro objetivo.

Con estos 3 primeros hábitos conseguiremos La Independencia Personal en nuestras acciones. Sabremos decidir y escribir nuestra propia historia.

La Victoria Pública.

Los tres hábitos siguientes nos llevan a conseguir triunfar en las relaciones con los demás. Para conseguir fines de determinado calibre, deberemos relacionarnos con más gente y sumar los esfuerzos. A medida que nuestros fines se compliquen, necesitaremos ser más exitosos en esas relaciones entre personas. No es lo mismo que 5 personas estiren de un carro, que 5 personas que estiren de un carro en la misma dirección. A eso nos ayudan los tres siguientes hábitos:

  1. Piensa en Ganar-Ganar: El beneficio mutuo en una relación es la base para que sea provechosa y duradera. Para que alguien Gane, no tiene por qué haber otro que Pierda. Cuando ponemos en una balanza los objetivos de uno y los de los demás, normalmente podremos encontrar el bien común. De lo contrario, estaremos destruyendo una relación.

  1. Comprende Primero y luego Sé Comprendido: El ser comprendido es una de las necesidades más arraigadas en el ser humano, y por tanto es la base de la comunicación efectiva. Si comprendemos primero las necesidades del otro, luego nos será mucho más fácil hacernos entender, la conversación ser más fluida y nos facilitará la relación Ganar-Ganar. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas.

  1. Sinergiza: Es tener la capacidad de valorar la diversidad de ideas. Poder sintetizar un numero determinado de ideas distintas  en una sola, produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El éxito del trabajo en equipo es el resultado de cultivar esta habilidad.

Estos tres hábitos nos ayudarán a conseguir el éxito en las relaciones personales, Covey lo llama la interdependencia, y por tanto son indispensables para el triunfo en los negocios, tengas el cargo que tengas.


Renovación:

  1. Afila la Sierra: Se refiere a la necesidad de mejora constante. Debemos estar siempre dispuestos y determinados a aprender. Debemos estar dispuestos a renovar nuestros conocimientos constantemente en cuatro dimensiones: Física, mental, emocional y espiritualmente. Sólo así estaremos en disposición de ser efectivos siempre a lo largo de los distintos roles que deberemos adoptar el la vida.

Esta tabla nos ayudará a sintetizar los 7 Hábitos y lo que conseguiremos con él:


HABITO
DESCRIPCIÓN
RESULTADO
Proactividad
Hábito de la responsabilidad
Libertad
Empieza con un fin en mente
Hábito del liderazgo personal
Da sentido a la vida
Primero lo Primero
Hábito de la administración personal
Prioriza lo importante frente a lo urgente
Ganar - Ganar
Hábito del beneficio mutuo
Equidad, justicia y relación duradera.
Procura primero comprender y luego ser comprendido
Hábito de la comunicación efectiva
Respeto y convivencia.
Sinergiza
Hábito de la Interdependencia
Grandes Logros, innovación, equipo.
Afila la sierra
Hábito de la mejora continua
Renovación.



A lo largo de varias entregas iremos profundizando en cada uno de estos 7 Hábitos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS:

jueves, 10 de noviembre de 2011

HUMOR

Dos trabajadores están charlando a la hora del café:

- ¿Sabes que este fin de semana se murió el jefe?
- Sí, pero me gustaría saber quien murió con él.
- ¿Por qué lo dices?
- ¿No leíste la esquela que puso la empresa? Decía: '...y con él se fue un gran trabajador...'

miércoles, 2 de noviembre de 2011

TEORÍA DE LOS DOS FACTORES de FREDERICH HERZBERG.

Frederich Herzberg llevó la teoría de La Pirámide de Necesidades de Maslow al mundo empresarial, aportando un nuevo concepto para mejorar la Motivación e Implicación de los trabajadores.

Si en la Pirámide de Necesidades de Maslow veíamos como evolucionan las necesidades de un individuo en función de su situación actual, Herzberg da un paso más e introduce el concepto de Satisfacción o Insatisfacción en un puesto de trabajo, en función de la presencia o la ausencia de dos factores, llamados Higiénicos y de Motivación.

Esta Teoría de los Dos Factores de Herzberg se centra en el paso de Necesidades Sociales a Necesidades de Ego de la Pirámide de Maslow, teniendo en  cuenta que la inmensa mayoría de las personas están precisamente intentando realizar ese paso, y busca las causas de éxito y fracaso de este paso dentro de las Organizaciones.

La Insatisfacción es, principalmente, el resultado de la ausencia de Factores de Higiene.
Si estos factores faltan (o son deficientes o inadecuados), generarán una gran Insatisfacción y desmotivación; pero una presencia adecuada o en exceso no ejerce un beneficio, simplemente no genera reacción. Podemos considerar estos factores como necesarios para no generar un ambiente negativo dentro de la Organización.

La Satisfacción es, principalmente, el resultado de la presencia de Factores de Motivación,  pero su ausencia no genera desmotivación, simplemente no genera reacción. Introduciremos Factores de Motivación para generar un ambiente positivo dentro de la Organización, siempre partiendo de un punto neutro en el que están cubiertos los Factores de Higiene.

¿Cuáles son estos factores?

Factores de Higiene:

Ø  Ausencia → Genera Insatisfacción.
Ø  Presencia → No genera Satisfacción.
  • Sueldo y beneficios. (acorde a unos estándares de mercado)
  • Política de la empresa y su organización.
  • Relaciones con los compañeros de trabajo.
  • Ambiente físico.
  • Supervisión.
  • Status.
  • Seguridad laboral.
  • Crecimiento.
  • Madurez.
  • Consolidación.
  • Otros
Estos factores Higiénicos, por regla general, no generan motivación más allá de unos pocos días después de su implantación, mientras que su ausencia o desproporción comparados con unos estándares de mercado (o del entorno del trabajador) SI genera una enorme Insatisfacción.
  
Factores de Motivación:

Ø  Ausencia → No genera Insatisfacción.
Ø  Presencia → Genera Satisfacción.
  • Logros.
  • Reconocimiento.
  • Independencia laboral.
  • Responsabilidad.
  • Promoción.
  • Otros.
Estos factores generan Satisfacción, y por lo tanto motivación, pero su ausencia, no generará Insatisfacción.

En las últimas décadas, se ha hablado mucho de dirección de equipos mediante el Liderazgo y la Motivación, dando por hecho que los Factores Higiénicos estaban cubiertos, (El origen de ésta teoría es de mediados del siglo pasado, donde la precariedad laboral estaba al orden del día); pero en los últimos años, a causa de la crisis, de los recortes de gastos y de personal, el aumento del estrés y las congelaciones salariales, es muy conveniente revisar los Factores Higiénicos de nuestras Organizaciones (sobretodo comparándolos con los estándares de hoy en día, que han sido muy altos), pues nos pueden inhabilitar cualquier esfuerzo por Liderar y Motivar a nuestro equipo.

Los Factores Higiénicos tienen mucho más peso dentro de una Organización que los de Motivación, por lo que  debemos asegurarnos primero que no existan Factores Higiénicos que estén minando nuestros esfuerzos, antes de introducir Factores de Motivación para aumentar su Satisfacción, pues no generarán reacción alguna.

Os invito a detectar algún Factor Higiénico que esté causando problemas en vuestro equipo o en vuestra Organización, y por supuesto a luchar para inhibirlo.

domingo, 23 de octubre de 2011

HUMOR

JEFE:
- Este es el cuarto día que usted llega tarde esta semana. ¿Qué conclusión saca de eso?
EMPLEADO:
- ...¿Que hoy es jueves?...

domingo, 16 de octubre de 2011

PERSIGUIENDO UN SUEÑO

A priori, esta crónica no tiene mucho que ver con el tema del Blog, pero creo que se puede aprender algo de ella. Y quería compartir con vosotros este gran reto conseguido.

Corría el año 1990, yo estaba introduciéndome en el mundo de la vela y el Fortuna Extra Light batía el récord de velocidad en la Witbread Round the World Race.
Hablando con un par de amigos sobre las imágenes de esa mítica regata comentamos que se debe ser un tipo muy duro para aguantarla. Miramos los videos de la regata, que mi padre nos consiguió, hasta gastarlos. Un día, uno de esos amigos comenta que ha visto un video de la prueba deportiva considerada como la más dura del mundo; sólo acabarla ya es un logro. Comenta que vio a una chica corriendo sin poder mantener la línea recta, tambaleándose. Se había deshidratado y le pudo la fatiga. A escasos metros de la línea de meta cae al suelo semiinconsciente y pierde el primer puesto a favor de Kathleen Mc Cartney. Julie Moss, sigue en el suelo, sin poder levantarse, pero no deja que nadie la ayude, y lucha por mantenerse consciente. Poco después, en un último esfuerzo titánico consigue levantarse y acabar la prueba en segundo lugar. Vuelve a caer al suelo y rompe a llorar. Acababa de perder el primer puesto y no lloraba por eso, lloraba de emoción. Esas imágenes, sucedidas hace años, nos llegaron. Por aquel entonces, la prueba ya gozaba de gran popularidad, y  se había aceptado como el reto deportivo de mayor dureza que puede alcanzar el ser humano. Julie había contribuido en gran medida a esa fama, y el nombre de la prueba también. Nuestra Witbread cayó del pedestal en la que la teníamos, y la prueba más dura de nuestro pequeño mundo, ahora era el Iron Man de Hawaii. ¡Qué bonito sería poder ser uno de esos hombres de hierro que, un día, por amor al deporte, llegan a tocar la gloria!

Ese pensamiento quedó aletargado; yo seguí navegando, los éxitos deportivos se sucedieron durante años, y la Witbred volvió a lo más alto del pedestal. Luego la sustituyó la Around Allone: la vuelta al mundo en solitario y sin escalas.

Me dediqué a varios deportes: hockey patines, hockey hierba, hockey in line, castells, esquí, raids de aventura, trekking, ciclismo, etc. Pocas competiciones y muchas ganas de pasarlo bien, y siempre con la vela de fondo. El amor por el deporte ha marcado mi vida. Es un amor incondicional, que ha existido desde siempre. Me he separado de él por temporadas, pero la atracción queda, y al final siempre vuelve. Gracias Papas por haberme introducido este bello amor desde mi infancia, os estaré eternamente agradecido. Por esto y por muchas otras cosas, claro. Núria no te pongas celosa que es un amor distinto al que siento por ti.

Años más tarde, mi primo me comenta que ha hecho un triatlón sprint, y que se lo pasó genial, y me pica para que apunte al siguiente. La temporada se acaba, así que tengo 8 meses para prepararme. Pero tengo un problema, hay que correr 5 kilómetros, y  hace 7 años que no puedo correr… Pero una voz interior suena dentro de mí. Ese pensamiento aletargado durante 20 años lucha por salir. Julie Moss lo logró, y esa voz, un día, consigue que se lo comente a Núria, mujer extraordinaria como pocas, fisioterapeuta de las buenas, madre de mis hijos, y con una paciencia infinita para aguantarme y apoyarme. Como en los últimos 7 años, me repite: “si te duele corriendo, ¡¡CORRE!!”, Y anticipándose a mi respuesta dice: “si te duele a los 12 minutos, corre 10, pero corre”…. Es el último empujón que necesitaba, ¡GRACIAS NÚRIA!

Y me pongo a correr… 10 minutos, pero cada día… ¡Un auténtico desastre, ni si quiera llego a sudar! (quizás porqué por los alrededores de mi casa estamos a pocos grados positivos en esta época del año…). Para alguien que ha hecho una Titan Desert, una 1000 Millas a 2 ó la Transcatalunya (pruebas deportivas de muchas horas o días), ponerse a correr 10 minutos es algo desesperante. Peor sigo, un día tras otro, hasta que al cabo de dos meses, Núria me dice que pruebe a correr ¡¡12 minutos!!... Patético, con esta progresión no hago una triatlón sprint (750m nadando, 20Km en bici y 5Km corriendo)… ¡ni cuándo me jubile!... Bueno, confianza plena en Núria… Y Julie sigue luchando por demostrarme que se puede conseguir. Como mínimo he conseguido correr 12 minutos, que antes no podía. Seamos positivos…

En Julio de 2009 acabo mi primer triatlón sprint: ya he picado. El pensamiento aletargado se despierta y lucha por salir: ha llegado el momento. Julie Moss me repite una y otra vez que acabar ya es un gran logro. Y poco a poco se cuaja la estrategia para conseguirlo.

Primera triatlón Olímpica tres meses más tarde, y Julie insiste en que no es suficiente,  ¿hay algo más grande que perseguir un sueño?

En Junio de 2010 me estrené en la distancia de  ½ Iron Man (1900m nadando, 90km en bici y 21Km corriendo), y el resultado fue espectacular, no por el crono marcado - 6h20min - sinó por la enorme satisfacción de haber conseguido algo grande. La triatlón de Balaguer está considerada una de las más duras de España. La organización es fantástica, el recorrido espectacular y muy duro en todas las disciplinas. La satisfacción es tan grande como difícil de conseguir es el reto.

En Balaguer tuve claro que el Iron Man caería pronto. Lo pasé realmente mal en la media maratón, vi a corredores exhaustos dejarse caer al suelo, tirones y rampas de todo tipo, gente llorando por no poder acabar al lesionarse, muchas cojeras por dolor, y un 20% muy decepcionados pues no habían llegado antes del tiempo límite de bici para poder salir a correr.

Pasan los días y las agujetas se van. Pasan las semanas y los dolores desaparecen. Pero la sonrisa sigue esculpida en mi cara. La satisfacción y el logro son sensaciones que perduran mucho tiempo, tanto más cuanto más duro ha sido conseguirlo. Julie, estoy decidido a llegar, igual que tú.

Sábado 1 de Octubre. Calella. Día de euforia contenida. El cuerpo sabe que se acerca un día extraordinario, y se prepara para la acción. Nervios y endorfinas me producen una mezcla ya conocida de tensión, satisfacción, seguridad y alegría. Estoy hecho para esto. Todos los meses de duros entrenamientos valen la pena sólo por estas horas previas a la competición. 

Voy al village que han montado para el evento. Todo es excitación contenida y nervios. Recojo mi dorsal y el resto de material. Tres bolsas de colores, para poner lo necesario de cada disciplina. Hay corredores y máquinas por todos lados. ¡Vaya máquinas! Pero si eso no son bicicletas, parecen aviones ultrasónicos. Mi bicicleta de aluminio destaca por su sencillez en un mar de carbono, ruedas lenticulares, perfiles afilados y aerodinámicos, cascos de contrarreloj, acoples futuristas, bidones de formas aerodinámicas y con líquidos de todos los colores que, o son sospechosos o no pueden sentar bien. Pues yo pienso llevar hasta mi bolsita con herramientas, una cámara de recambio y la mancha. Para mí, acabar ya es un gran logro, ¿verdad Julie?, pero en mi interior está la esperanza de poder bajar de 12 horas.

Domingo, 5:45h de la mañana. Suena el despertador  y, cosa rara la noche antes de una competición, he dormido bien. Me levanto, me visto, y  desayuno un plato de espaguetis, un vaso de leche con Cola-Cao y cereales, un plátano y un zumo. Cojo mis cosas, me despido de Núria y voy hacia Calella. Ella vendrá más tarde con los niños, y me dará el bocadillo en el último avituallamiento de bici.

Me dirijo hacia el box a revisar la bici, hablo con ella y la cargo de geles y barritas energéticas para alimentar a un regimiento: mejor que sobren que no que falten. Intercambio unas palabras con algunos corredores. La tensión se palpa en el ambiente. Toda la excitación de ayer se ha convertido en dudas, y no es una sensación sólo mía: la gente está mucho más callada, y agradece que le hables para distraer la tensión. Desde allí veo los retretes. Una hilera de más de 20, uno al lado del otro, y como en todas las carreras, ¡nunca hay suficientes! Frente a cada uno de ellos, una cola de 20 personas. Me divierte pensar que casi la mitad de los participantes tienen  un apretón, y agradezco haber tenido mi momento en casa y tranquilo…

Repaso el recorrido de natación y me parece larguísimo. A las 8:30h el primer pistoletazo de salida y los profesionales salen disparados. En olas de a 2 minutos salen las profesionales, las federadas, los mayores de 45 años y la siguiente salida me toca a mí. Luego vendrán muchos más.

El momento ya se acerca.  Preparo el cronómetro del reloj. La tensión se puede cortar con un cuchillo. ¡BANG! Ya estamos. ¡A por ello! Dejo que salgan los estresados y que se maten entre ellos; ya caerán más tarde (o no). Me meto en el agua intentando mantener la calma y me pongo a nadar tranquilamente, a mi ritmo, pero sin demasiado esfuerzo. Al cabo de poco me doy cuenta que no he puesto el crono en marcha. Los nervios me han jugado una mala pasada. Lo pongo en marcha.

No voy bien. Me cuesta respirar. ¡Maldita alergia! Todavía arrastro algo de la semana pasada. Me entra la tos e intento compaginarla con las brazadas y el respirar. Como no, acabo intentando coger aire con la cabeza debajo del agua, cosa que no se debe hacer, y me trago un litro por lo menos. Bueno, miremos la parte positiva, al menos estaré bien hidratado. Sigo intentándolo. No quiero perder el ritmo. Trago más agua. Pienso: te vas a pasar 12 horas compitiendo y te viene de perder tres brazadas… ¡ya te vale! Por fin dejo de toser. Sigo.

Se acerca la primera boya y estoy atrapando a una chica. Eso me anima. Sigo braceando. Giro la boya y enfilo uno de los tramos largos. Es imposible ver la boya. Periodo de encefalograma plano y poca interacción con el resto de participantes. ¡Esta boya no llega nunca! Venga, unos 10 minutos más y ya doy la vuelta. A partir de allí ya descontamos. Esta es una técnica que aprendí leyendo el libro de Josef Ajram: cuando una distancia te asusta, sólo tienes que hacer la mitad; a partir de allí ya descuentas lo que has hecho, y siempre parece menos.

En la boya, una fría y una caliente. La caliente es que he pillado a una profesional ¡soy una máquina! La fría es que me empiezan a pasar los federados, algunos muy rápido y sin contemplaciones, que si te tienen que pasar por encima ¡lo hacen! Bueno, no hay que generalizar. A decir verdad, son sólo  algunos estúpidos que creen que así son más buenos. Me arrean dos manotazos en la espalda y el tercero en la cara. Me quitan las gafas, ¡vaya desgraciado! Sé que lo ha hecho a posta. Me las pongo rápidamente y sigo. ¡Me he quedado con tu cara! Veo a ese tipejo pocos metros frente mí. Me dan ganas de esprintar para arrearle, pero quito ese pensamiento negativo de mi cabeza. Un energúmeno no te va a amargar la carrera. Sigo. Otro periodo de encefalograma plano. Veo un gorro en el fondo. A  alguien le han arreado más fuerte y no ha tenido tanta suerte como yo.

Pongo el pié en la arena. Camino. Por fin: la primera parte hecha y sigo entero. La moral muy alta, miro el crono: 1h15min  ¡no está mal! Llego al box. Hay gente, pero no mucha. O lo he hecho muy bien y no han llegado, o lo he hecho muy mal y ya se han ido. Me siento. Neopreno fuera, un trago de agua dulce y fría… ¿fría? Vaya,  ¡parece un caldo! Dejémoslo en agua dulce… Toalla, calcetines, zapatos de bici, casco, gafas, dorsal  y protección, pues en la última triatlón en junio me quedó una marca de lo  más estética que lucí todo el verano. Corro hasta  mi bici, ¡no es la única! De hecho, el parking está lleno, así que creo que no ha ido mal. Me pongo a pedalear.

Me he propuesto mantener los 30Km/h de media, y estoy haciendo entre 32 y 35: soy una máquina. Tengo la sensación de que luego lo pagaré. Llego a Masnou y doy la vuelta, entre 34 y 36km/h. Luego lo pago seguro. Bebo, como, y sigo pedaleando. Veo a Santi y Julia que están en Arenys y les saludo al pasar. Sigo pedaleando.

Más adelante veo un tío desesperado que entra a toda velocidad en una zona dónde la organización ha puesto un taller para poder reparar las bicis. Pues no sé que problema tendrá la bici. Le miro las ruedas y están perfectamente. Frena de golpe,  tira la bici y se mete en el  lavabo que hay a un lado. Vale, el problema no lo tiene la bici. Eso es lo que pasa cuando mezclas Powerbar con Isostar y geles. ¡Es una bomba de relojería! Por eso ni llevo Powerbar, ni me he tomado geles todavía. Qué gran momento debe estar pasando ese tipo allí dentro. Llego de nuevo a Calella. Cambio de sentido y ya llevo una vuelta, ¡venga máquina que sólo quedan dos!

Ahora entiendo los 36km/h… hay viento de Sur, y ahora me toca de cara. La velocidad baja a 28km/h. No puede ser. Pienso: “aprieta, que pasarás la vida sentado en la bici”. Aprieto. Encefalograma plano hasta Mataró. Ya llevo la mitad de la distancia en bici, ahora a descontar. ¡Gracias Josef, esto funciona! Sigo pedaleando. Esta segunda vuelta se me hace eterna. Suerte que voy pasando algunas féminas que te distraen un poco la vista… Para féminas estoy yo… ¡calla y pedalea! Y vaya máquinas lleva la gente, en eso sí que me puedo fijar. ¡Vaya maquinorras!

Llego a Arenys otra vez, y veo a Santi de nuevo. Esta vez con mi padre y Pati, ¡vaya sorpresa! Me dan ánimos en los 3 segundos escasos que nos vemos. Ya me duele el culo.

Sigo y adelanto a dos guiris. Son americanos seguro, pues se les salen los ojos de las órbitas cuando pasamos frente a la paya nudista que hay entre Sant Pol y Calella y vemos, desde una posición privilegiada, a un grupo de mujeres tomando el sol y charlando tan naturalmente. Oigo como uno le comenta al otro algo parecido a: “no sé que estamos haciendo aquí, ¿nos vamos a la playa?” y alguna grosería más… ¡Para playa estoy yo ahora!

Llega la hora del bocadillo. Ya lo empiezo a necesitar; sólo pensar en él se me hace la boca agua. Y además veré a Núria y los niños. Si puedo, pararé a darle un beso a Núria por apoyarme en todo esto, me digo. Llegando a la rotonda de Calella, paso por delante del avituallamiento, que está al otro lado de la carretera, pero no consigo ver a Núria. Bueno debo haber pasado sin verla, seguro que está allí, ¡ella y mi bocata!

 Llego a la rotonda, doy la vuelta y, cuando enfilo la carretera de nuevo, oigo a Núria y a las niñas a mis espaldas. Me giro y la veo al otro lado de la valla. Le grito: ¡¿y mi bocata?! ¡Qué desconsiderado! Te vienen a ver, se pasan horas al sol esperando a que pases y tú sólo piensas en el bocadillo. ¡Pero es que tengo hambre! Núria levanta las manos en un gesto que no logro identificar. No entiendo nada. Sigo y reniego un par de veces. ¡Me he quedado sin bocata! Eso está claro. Bueno, que no cunda el pánico, hay barritas de sobras y tengo otro bocata esperándome en el box. Núria ya hizo mucho llegando hasta allí.

La ida hasta Mataró con viento de cara se me hace durísima. Llevo una pájara encima que no me aguanto. Llego como puedo y doy la vuelta. Este último tramo con viento a favor se hace más llevadero, y me brinda imágenes duras. Hay bastante gente que todavía está al inicio de la tercera vuelta, y muchos con una pájara encima importante. Hecho un vistazo al rebaño de la playa. Siguen igual. Los guiris tampoco han parado en esta vuelta.

Llego a Calella. Rotonda. Disminuyo la velocidad. Saludo a Núria y las niñas, que siguen allí plantadas, gritando y animando. Las saludo con la mano y sigo adelante. Lo mejor de todo será bajarse de éste condenado sillín. Venga que ya llegas y “sólo” te quedan 42km corriendo. Me desanimo sólo de pensarlo. “¿Qué creías, que te iban a regalar esto? No le llaman Hombres de Hierro por ser precisamente fácil”, me digo. Sonrío  porque veo que lo puedo conseguir.

Llego al box. ¡Qué alivio, por fin me bajo de este condenado sillín! Corro hasta mi plaza de parking (es un decir, porque parezco un pato…). Espero que sean las bambas de bici. Dejo la bici, cojo unos geles de la bolsita y me los guardo en los bolsillos: nunca se sabe. Voy al box, me quito zapatos de bici, casco y me pongo las bambas. Todo esto disfrutando de un maravilloso bocata de jamón dulce y un Acuarius… caliente.

Salgo a correr. Miro el crono y  me llevo una sorpresa: voy con 20 minutos de adelanto respecto al horario previsto. Pese a la pájara, ¡no estamos tan mal! Mejor, porque no estoy como para hacer la Maratón en 4 horas. Sigo, y me impongo la estrategia de correr los 2,5Km entre avituallamientos, coger agua y coca-cola y bebérmelos caminado. Luego a correr de nuevo.

Estoy acabando la primera vuelta y Núria y las niñas me gritan y animan. Esto me da fuerzas. Me paro y esta vez sí que le doy un beso. Me empuja y me dice que ya se los daré cuando acabe. ¡Toma bomba emocional!: ¡me está diciendo que acabo!!! Debo estar un tanto sensible porque me emociono. Tanto que se me hace un nudo en la garganta y sigo corriendo muy animado. ¡Mierda!, el nudo en la garganta no me deja respirar, y me ahogo, lo que me devuelve a la tierra de golpe. El nudo se va, y vuelvo a respirar.

La segunda vuelta empieza un poco mejor, pero sin echar cohetes. Al llegar al kilómetro 18 me duele todo, pero el ritmo ha aumentado. Empiezo a creer que conseguiré acabar corriendo, y eso me da alas. Estoy muy cansado y no me entran más barritas, así que decido probar con un gel. Lo máximo que me puede pasar es que no llegue al lavabo y tenga que parar en un matorral cercano. Saco los geles del bolsillo: tengo 4 normales y uno con taurina, que no sé ni lo qué es, pero suena a cañero de verdad. Estoy agotado así que,  ¡de perdidos al río! Me tomo el de la taurina. Seguro que correré hasta el matorral más cercano, pero al menos correré. No sé si es la emoción, el gel, la taurina o las ganas de acabar, pero las sensaciones vuelven a ser buenas. Localizo a  Núria y las niñas, junto a ellas  veo a mi padre, mi hermano y  mis sobrinos que han venido a verme acabar. Ahora no puedo fallar. Salen fuerzas de dónde no las hay.

En la tercera vuelta el ritmo aumenta, me tomo más geles, a razón de uno cada 4 km. Lástima que no tengo más con taurina de esa. Veo que puedo bajar de las 12 horas y me emociono. Vuelve el nudo en la garganta y vuelvo a ahogarme. “Tú eres tonto de verdad” me digo, pero sigo manteniendo esos pensamientos, porque me dan alas. En esta vuelta paso a muchos corredores, supongo que muchos van por la primera y segunda vuelta, pero la verdad es que pocos corren más que yo. ¡Voy lanzado hacia mi victoria!

Las sensaciones son buenas, y la emoción me hace correr. Paso por delante de Núria y los demás sin pararme y lanzado, y quedo con Núria que me esperen a 50 metros de la llegada para entrar. Me emociono sólo de pensarlo. Vuelve el nudo y me ahogo de nuevo: ¡serás tonto!

Llega el kilómetro 37 y no puedo más. No me quedan geles y me arriesgo con uno de la organización que no he probado nunca. Aguanto como puedo hasta el 40, ¡ya está hecho! Estoy llegando, la emoción me desborda y no quepo dentro de mí. Kilómetro 41 ¡esto no se acaba nunca! Enfilo la última curva antes de entrar en la Z de llegada. Ya veo las gradas, el speaker sigue animando igual que hace 4 horas, hay una agitación que quita el hipo, y yo estoy llegando. Lo estoy consiguiendo, pero no veo a Núria, ni a las niñas. Primera curva. Enfilo la segunda recta. Allí está mi padre levantando los brazos, y Santi y Núria. Pasan a Berta y Leia por encima de la valla. Animo a Núria a venir conmigo, y me dice que me espera al otro lado, que entre con las niñas. En el fondo ya lo esperaba. Cojo las niñas de la mano y me estiran hacia la meta. Lo estoy consiguiendo. Corro muy lento para alargar ese momento de gloria, emocionado. El crono se detiene en 11h 51 minutos. ¡Me han sobrado 8minutos! Medalla y camiseta de Finisher. ¡Lo he conseguido!, después de 20 años de haber visto por primera vez a Julie Moss caerse y volverse a levantar para acariciar la gloria, yo también lo he conseguido. He tardado un poco más que ella, pero estoy encantado.

Ahora, que lo veo todo desde una semana de distancia, las agujetas se han ido, pero la satisfacción queda, quiero agradecer el esfuerzo que han hecho familia y amigos por ayudarme a conseguir algo así. Y sobretodo a Núria por aguantar todo lo que ha aguantado, haciéndose cargo de la casa, los niños y de mí, mientras  yo perseguía mis sueños.

Y desde aquí os animo a perseguir los vuestros, con tanta fuerza como os sea posible, pues alcanzarlos es algo que le da sentido a la vida. De nada sirve hacer muchas cosas si no te llenan.

Como anécdota os comentaré que en los últimos 8 meses, brazada tras brazada, pedaleada tras pedaleada y paso tras paso, he sumado las distancias como para ir, saliendo de Barcelona, hasta Palamós nadando, pedaleando hasta Varsovia (Polonia) y corriendo hasta Granada. Haciendo un poco cada día, sumamos mucho al cabo del tiempo.

lunes, 3 de octubre de 2011

DELEGAR DE FORMA EFECTIVA

Para delegar de forma efectiva, seguiremos un sencillo método de 7 pasos, que nos hará delegar con ciertas garantías de éxito. Pero antes es importante recordar la diferencia entre delegar y mandar.

Mandar es transferir una tarea o una metodología de trabajo (normalmente algo que no queremos o no nos gusta hacer), y delegar es transferir una responsabilidad y exigir unos resultados. Para más información puedes leer el artículo: SABEMOS MANDAR, PERO ¿SABEMOS DELEGAR?

Una vez tenemos claro que lo que tenemos que transferir es una responsabilidad y no un trabajo, y lo que debemos exigir son resultados y no unas pautas, explicaremos los 7 pasos para delegar de forma efectiva.

PASO 1:
Antes de delegar siéntate,  piensa y planifica la estrategia a seguir para convencer a la gente que eso es bueno para ellos.
Es muy útil contestar la pregunta: ¿qué le aporta esto? Ó ¿Qué ganará él con esto?

Contestando a ésta pregunta sabremos:
             ·  Si estamos delegando en la persona correcta.
    • La forma de venderle la nueva responsabilidad para que le motive.
    • Fortaleceremos la posición de nuestros colaboradores y con ello la nuestra.
PASO 2:
Define claramente los resultados deseados. No transfieras tu propio método, es decir, no expliques cómo realizar el trabajo, céntrate en lo que quieres obtener, el resultado.
Puede ser muy interesante poner por escrito estos resultados deseados, e incluso separarlos en “resultados mínimos necesarios”, y “resultados óptimos deseados”.
Para ayudarnos podemos contestar a la pregunta: ¿Hasta dónde debe llegar?

PASO 3:
Define claramente las reglas y los límites dentro de los cuales se deben mover nuestros colaboradores.

    • Reglas: Son las condiciones que debe cumplir la nueva responsabilidad adquirida, y además las normas que adoptaremos para valorar los resultados obtenidos.
    • Límites: Son los márgenes que no deben ser rebasados: De responsabilidad, económicos, tiempo límite, dedicación, colaboradores con los que puede contar, espacio físico, etc.
Nos ayudaremos contestando la pregunta: ¿Qué puede utilizar par llegar al objetivo? Y nunca deberemos contestar a la pregunta ¿Cómo debe llegar al objetivo?

PASO 4:
Definir la situación que nos encontraremos una vez se haya conseguido el objetivo marcado. Para ello es bueno hacerse la pregunta: ¿En qué posición se encontrará nuestro colaborador después de esto? ¿Optará a nuevas responsabilidades? ¿Optará a un ascenso o a un aumento de sueldo?

En éste paso conseguimos dos cosas:
    • Despejar dudas a nuestro colaborador de a dónde le llevará esto. Ponemos las cosas claras, y no albergamos la posibilidad de falsas esperanzas, que pueden ser muy decepcionantes.
    • Le damos un motivo por el que puede luchar. Sabe bien lo que se juega, sea poco, mucho o simplemente la satisfacción personal de haberlo conseguido.
PASO 5:
Pediremos un Plan de Acción. En el que se presentan los métodos que se utilizarán para conseguir los resultados y las herramientas que necesitará para ello (costes, materiales, personas, etc.) Y acordaremos una fecha para la presentación y discusión del mismo.

Con ello conseguiremos varias cosas:
    • Dejar muy claro que estamos confiando en ellos para crear una estrategia, y reforzamos la confianza que tenemos en él.
    • Le ponemos un primer reto a superar a corto plazo (no está todo otorgado… todavía hay que aprobar el plan para que el proyecto sea tuyo), lo que le hará ponerse de inmediato, y luego tendrá el trabajo bien estructurado.
    • Nos da la oportunidad de supervisar, opinar e influir en el resultado, si es necesario, en la presentación. Es una manera de asegurarnos de que se está trazando la línea correcta de actuación, antes de haber llevado a cabo el plan.
    • Al aprobar el Plan de Acción, das un nuevo mensaje de confianza, que refuerza su motivación, obteniendo mejores resultados.
PASO 6:
Pediremos un Plan de Implementación. En él deben especificarse los trabajos a realizar en cada fase del proyecto. Se desglosa el proyecto en pequeñas fases, que se irán poniendo en marcha sucesivamente, y se pone fecha a cada una de éstas fases. ¿Qué se hacer en cada momento hasta la implementación completa?

Con ello conseguimos:
    • Un programa fiable para ver y evaluar los resultados que se están obteniendo.
    • Tener herramientas para actuar en caso necesario. Si se está demorando el proyecto o se dispara de presupuesto, podremos actuar de inmediato, ofreciendo apoyo,  más recursos, asesoramiento, reforzar el equipo etc.
PASO 7:
Haz un seguimiento continuo y hasta el final. Es la única manera de asegurarse los resultados esperados. Además reforzarás la posición del nuevo responsable.
Si quieres consultar el artículo anterior sobre Delegar: