lunes, 22 de agosto de 2011

METODOLOGIAS DE TRABAJO

Malas lenguas dicen que los Alemanes son “cuadrados”, los Latinos y los Africanos “desordenados y/o desorganizados” y los Orientales “trabajadores sumisos”, pero ¿qué hay de cierto en todo ello?

Si analizamos los métodos de trabajo utilizados en diferentes países, encontraremos tres grandes tendencias, que podemos denominarlas: Germana, Latina y Oriental.

La metodología Germana (se le llama así por que fueron los primeros en aplicarla en el periodo entre las Grandes Guerras, y les dio un gran resultado), está muy difundida en países como Estados Unidos, Canadá, Suiza, Países Escandinavos y por supuesto Alemania.

Utilizando una metodología Germana, el trabajo se realiza de forma lineal. Cada persona se encarga de una tarea cada vez, los horarios están definidos y la gente es puntual. Las directrices de la empresa están muy marcadas a largo plazo, y los objetivos muy claros y bien definidos a todos los niveles. Hay un gran trabajo de Organización, y todo debe estar controlado. Está muy mal visto charlar con los compañeros en horario laboral; y si alguien tiene que hacer más horas de las estipuladas se interpreta como que es incompetente, desorganizado o ha perdido el tiempo durante el horario laboral.

La metodología Latina (se llama así por que el carácter Latino es más dado a la improvisación, la espontaneidad, a defender el honor propio y no le gustan las normas), está muy difundido en África, Oriente Medio, America Latina, Grecia, el sur de Italia y de Francia, España y Portugal.

Una empresa que utilice este método, el trabajo se caracteriza por la superposición; es decir, una tarea la pueden hacer varias personas individual o colectivamente, y cada persona puede hacer varias tareas a la vez. Las directrices de la empresa suelen estar marcadas, pero son más difusas y no son inamovibles ni en plazos ni en contenido. Los plazos son flexibles, y los Objetivos pueden cambiar con cierta facilidad, sobretodo los Objetivos a corto plazo. Los horarios son flexibles y la gente es impuntual (para adaptarse a éstos cambios continuos), quedarse a hacer horas es sinónimo de implicación y respetar las normas a rajatabla se ve como inadaptado.

La gente otorga gran valor a las relaciones personales y el ambiente laboral, se crean vínculos fuertes y duraderos, y se prioriza la satisfacción personal a la eficiencia. La gente satisfecha trabaja más y mejor.

La metodología Oriental (Originalmente se denominaba Japonesa porque este movimiento empezó allí, pero ya lo han adaptado varios países Orientales como Corea o China.) Muestra una mezcla de las dos anteriores, pues los Objetivos son muy claros, concretos y están muy bien definidos a todos los niveles, pero evitan ponerlas por escrito para facilitar la adaptación según necesidades, los horarios son rígidos y la gente puntual, pero a su vez fomentan mucho las relaciones personales en el trabajo.

Cada metodología tiene pros y contras, y es ideal para un tipo concreto de negocio:

La Germana es una metodología muy productiva, y no da lugar a sorpresas e improvisaciones, pero también es poco flexible y le cuesta mucho adaptarse a los cambios. Al encasillar mucho a los trabajadores se les quita creatividad y no se extrae lo máximo de ellos. Es ideal para producciones en serie de alta tecnología. No es de extrañar pues que los coches Alemanes sean muy valorados entre la gente de cierta edad.

La metodología Latina es mucho más flexible, se adapta mejor a las tendencias del mercado, y reduce los tiempos de lanzamiento y exprime al máximo el talento de cada persona, pero es menos productiva, menos eficaz, comete más errores, y la gente necesita más tiempo de adaptación. Es muy útil en sectores cíclicos o muy cambiantes. No es de extrañar que la Moda la marquen los países Latinos. O que marcas como Volvo trasladen sus centros de diseño a España para producir coches “menos cuadrados”. El mercado automovilístico Italiano y francés siempre ha marcado tendencias.

La metodología Oriental es bastante productiva, y busca cierta flexibilidad y amplitud de miras. Al ganar en flexibilidad, pierde algo de productividad, pero intenta suplirlo motivando al trabajador fomentando las relaciones personales. A su vez gana en creatividad, pero sin llegar a igualar el método Latino. El mercado Automovilístico Oriental está visto como de alta calidad y gran capacidad tecnológica. Fueron los primeros en hacer coches a medida, con muchos extras “a la carta”

Por supuesto Radicalizar no es bueno (o sí), y creo que deberíamos escoger nuestra metodología en función de a lo que nos dedicamos y no en función a dónde esté situada la empresa, siempre teniendo en cuenta que la persona pone el método, y por tanto el método dependerá del tipo de personas que tenemos disponibles (No sería bueno instaurar una política Latina radical en la Alemania más conservadora, nadie querría trabajar en ella).

Podemos combinar varias metodologías, si es necesario, para obtener lo mejor en cada campo, pero para mezclar conceptos hay que tener muy claro lo que se hace. Si separamos completamente dos departamentos de una empresa, es posible, por ejemplo, diseñar con metodología Latina, y producir con metodología Germana; pero habrá que tener en cuenta ciertos detalles, como que los plazos de diseño son fijos e inamovibles, y los métodos de fabricación no pueden cambiar, pues producción no es flexible en absoluto, o requiere mucho tiempo para poder hacerlo. Nos surgirán otras deficiencias en el nuevo sistema.

Reflexión: No es de extrañar que Germanos y Orientales vean a los Latinos como “desordenados o caóticos”, Orientales y Latinos vean a germanos como “cuadrados” y Germanos y Latinos vean a Orientales como “trabajadores Sumisos”

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