miércoles, 2 de febrero de 2011

MÁS POR MENOS

Según hemos visto en el artículo de la Pirámide de Maslow, el 90% de las personas están intentando destacar dentro de un grupo. ¿Qué hay de malo en ayudarles a llegar al estado de Autorrealización?

¡Si reconozco sus méritos, seguro que pide un aumento de sueldo!

Ésta suele ser la respuesta más habitual. Y ante una situación embarazosa, que es que un empleado te pida un aumento de sueldo que no quieres dar, mejor no digo nada.

¡¡GRAVE ERROR!!

Nada más lejos de la realidad. Cuando un empleado pide un aumento de sueldo (a menos que su sueldo sea muy inferior a lo merecido), es por que no se siente reconocido, no está a gusto, y pide más sueldo para compensar la falta de estima hacia su trabajo.

Pedir un aumento de sueldo es una manera de compensar la balanza, en un lado está el trabajo realizado, en el otro lo que percibimos por ello, el sueldo; y las condiciones laborables estarán en un lado o en otro según sean buenas o malas. Entendemos por condiciones laborales las condiciones de trabajo, las relaciones entre personas, la satisfacción por el propio trabajo etc. Así que si mejoramos estos aspectos, cada trabajador percibirá que está recibiendo más a cambio de su trabajo, y estará más contento en su posición.

Otra conclusión que podemos descifrar, es que si en una empresa los trabajadores piden aumentos de sueldo con frecuencia, es que no están a gusto en ella.

Cuando una persona está bien en su puesto de trabajo, disfruta con él, y se siente útil, trabajará más por menos dinero. Pero para conseguir que cada empleado esté realmente bien en su puesto de trabajo, debemos hacer que se sientan una parte importante de la organización. Todos deben sentir que su trabajo está bien valorado. Sentirse valorado es mejor recompensa que un sueldo mejor.

El ejemplo opuesto es el Moving, (o Bulling en el ambiente escolar). Se margina a alguien hasta límites insostenibles, se margina a la persona, se le hace creer que su trabajo no vale para nada, y llegado ese punto, tarda poco en marcharse; de ésta manera se ahorra el dinero del despido. Comentar también que es una practica totalmente ilegal y despreciable, y genera un estado de ánimo pésimo en el conjunto de la organización.

Por el contrario, si hacemos que se sientan indispensables a base de reconocimiento, incentivos y premios en general, será muy difícil que nos dejen. Hay que destacar que el reconocimiento es gratis, y los premios no tienen por que ser ni caros ni en metálico para que sean bien recibidos; lo que sí tienen que ser es ACTIVOS.

¿Y qué es un reconocimiento ACTIVO?

Es aquel que se ve trabajado y sincero. Es un reconocimiento en el que participamos de una forma activa, nos involucramos en él. Pero creo que verlo de una forma práctica será más fácil.

Han pasado casi 10 años y todavía recuerdo esos momentos con gran satisfacción. Yo tenía 27 años, y era el responsable del montaje de la Feria Flotante del Salón Náutico de Barcelona.

Fueron 3 meses de trabajar muy duro, más de 70 horas semanales, fines de semana incluidos, y la última semana mucho peor, llegaban los expositores, yo estaba a todas horas pegado al teléfono, y con las incomodidades de estar en obra. Un estrés tremendo y llevaba ya muchos días durmiendo poco.

A las 10:00h La Feria abría las puertas al público. Eran alrededor de las 8:30, me quedaba una hora y media y mucho que hacer todavía. Llegó el gerente de mi empresa (jefe de mi jefe) trajeado (porque también teníamos estan en la feria)y con dos tumbonas plegables de lona bajo el brazo (de oferta del Carrefour con la etiqueta colgando i todo). Yo lo vi y me quedé perplejo, no tenía ni idea de lo estaba haciendo el gerente, un hombre de casi setenta años, a las 8:30h de la mañana de un sábado, paseando por el muelle del Puerto de Barcelona, con dos tumbonas del Carrefour bajo el brazo y… ¡una neverita de plástico! Entre otras cosas porque era raro verlo trabajando antes de las diez de la mañana de un día normal.

Yo llevaba desde las 6:00 de la mañana allí resolviendo problemas de última hora, mi teléfono no dejaba de sonar, los expositores no paraban de pedir cosas. El gerente buscó una zona soleada desde donde se veía todo, puso las dos tumbonas de cara al meollo, se sentó en una de ellas y se puso a observar como todos corríamos resolviendo temas de última hora. ¿Es que no tenía nada mejor que hacer ese hombre?

Al cabo de un rato, cuando pasé por su lado a paso ligero, me llamó y me dijo: Enrique, ¿podemos hablar un momento por favor?

-¡Como si no tuviera nada mejor que hacer! ¡Sólo falta una hora para que abra el Salón!- Pensé yo, y le dije educadamente que aún tenía algunos “detalles” por solucionar.

A lo que me contestó, sin inmutarse, que seguro que esos “detalles” podían esperar. Como no tuve más remedio, me senté, y esperé un incomodo y largo silencio, mirando alternativamente hacia él y hacia donde él miraba, hasta que dijo:

- Observa…. (Otro silencio, y yo seguí mirando sin entender a qué se refería)… Todo esto se ha montado gracias a ti… estaba seguro que lo conseguirías…  Tómate una Coca cola y disfruta de esto, que te lo has ganado - Abrió la nevera, sacó dos latas, me dio una a mí, y tras darle un sorbo a la suya sin dejar de observar como todo el mundo corría de un lado para otro me dijo: y si no lo disfrutas ahora ya no lo podrás hacer nunca.

Respiré hondo, me relajé y ahora sí observé todo lo que se había hecho en tan poco tiempo. Me sentí enormemente satisfecho de lo que habíamos conseguido.

Estuvimos diez minutos ablando (más de temas personales que laborales) y luego cerró el tema diciendo: Has comentado que tenías algún cabo suelto que atar. Acaba con ello y no olvides que esto lo has conseguido tú. Yo sólo pude darle las gracias, y levantarme a acabar lo que buenamente pude. Él se quedó unos minutos allí mirando, y cuando yo no podía verle, se marcho con las tumbonas y claramente satisfecho.

Este reconocimiento apenas costó 20€ y una hora de su tiempo, y yo pasé de no poder más a estar dispuesto a empezar esa misma tarde con otro proyecto igual. Estuve semanas que no cabía en mi mismo de puro placer. Con el tiempo y algunos cursos, me dí cuenta de que me dio un empujón para llegar a mi estado de Autorrealización.

Otro simplemente hubiera dicho: Bien hecho Enrique (frase totalmente vacía). O ni siquiera hubiera dicho nada, al fin y al cabo para eso me pagan. Reconocimiento totalmente PASIVO, se hace por que “se tiene que hacer”.

RETO: Piensa cuándo alguien de tu equipo se ha merecido un reconocimiento, y cómo podrías habérselo dicho sinceramente y de forma original.

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