El arte de delegar es imprescindible para triunfar en los negocios, es uno de los “12 puntos clave para poder promocionar”, pero ¿estamos seguros de estar delegando bien?... O quizás somos unos jefes mandones y autoritarios…
Piensa ahora en el último trabajo que has delegado. Piensa en cómo lo has delegado. Piensa en lo qué has dicho y cómo lo has dicho. Apúntatelo si es necesario. Los matices son importantes.
¡Piénsalo! No sigas leyendo, ¡Es importante saber si delegas bien o mandas!, ¡Tu carrera profesional depende de ello!
Hay una gran diferencia entre mandar y delegar, todos hemos tratado alguna vez con alguien mandón o autoritario, que nos dice lo que tenemos que hacer y hasta cómo lo tenemos que hacer. Es muy fácil mandar, pero es inmensamente difícil delegar con eficacia.
Ambas cosas son transferir un trabajo a otra persona, pero la diferencia está en cómo se transfiere este trabajo, y sobretodo en el resultado obtenido.
Diremos que estamos mandando cuando transferimos un trabajo o un método a otra persona, y exigimos que se realice el trabajo o que se siga el método transferido; mientras que estaremos delegando cuando transferimos una responsabilidad y exigimos unos resultados.
La diferencia más importante la encontramos en lo que obtenemos a cambio. Si mandamos, tendremos colaboradores autómatas, sin capacidad de decisión y con poca o ninguna iniciativa; seguiremos teniendo el control absoluto de todas las situaciones, y nos veremos desbordados por el trabajo del día a día, y la empresa estará limitada a nuestra propia capacidad de crecimiento. Mientras que si estamos delegando, tendremos colaboradores motivados, con capacidad de decisión y muy despiertos de mente, que añadirán valor a la empresa, y harán que las cosas funcionen. Tendremos un equipo que complemente nuestras deficiencias, y por lo tanto la capacidad de crecimiento del grupo no tendrá límites. Siempre podremos crecer delegando en otra persona especialista.
Analiza ahora si lo último que transferiste fue un trabajo o una responsabilidad.
Si transferiste una responsabilidad, ¡enhorabuena!, y si transferiste un trabajo o un método, no te pierdas el próximo artículo: DELEGAR DE FORMA EFECTIVA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario