lunes, 16 de mayo de 2011

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ( II )

2.- SENTIMIENTOS AJENOS:

Ya sabemos detectar los sentimientos propios y por tanto, estamos preparados para intentar detectar los sentimientos ajenos, que sin duda, requiere mucho más tiempo y práctica.

Hay sentimientos muy fáciles de detectar, como el enfado, o la alegría, pero hay otros más sutiles como la indiferencia, el rencor o la culpabilidad. Y además hay personas más expresivas y abiertas y otras menos expresivas o más cerradas, que sin duda serán mucho más difíciles de interpretar. También hay una notable diferencia entre mujeres y hombres a la hora de expresar y detectar los sentimientos.

Para ayudarnos a interpretar correctamente los sentimientos ajenos, es muy importante ponerte en la piel del otro. Y no me refiero a interpretar si algo es bueno o malo para él, sino en ponernos en su puesto y analizarlo todo desde su punto de vista.
¿Cómo hacemos esto?

  1. Primero nos ponemos en su papel; cargo, situación familiar, responsabilidades, trabajo pendiente, planes de futuro, carácter, etc.
  2. Analizamos lo que le estamos diciendo como si nos lo dijera muestro jefe. Sobretodo tal y como se lo decimos nosotros a él. No presupongamos que ya sabe mucho, hay que ceñirse a lo que le decimos, y cómo se lo decimos.
  3. Vemos qué tal nos sientan nuestras propias palabras.
  4. Analizamos, desde el papel que interpretamos, si eso es bueno o malo para él, y los sentimientos que nos genera (desde su carácter y situación).
  5. Interpretamos la respuesta que daríamos estando en esa situación.

La realidad no puede ser muy diferente de lo que hemos interpretado.

Si nos fijamos en ejecutivos de éxito, capaces de llevar equipos de trabajo de manera ejemplar, suelen ser personas que miden mucho sus palabras. No suelen hablar más de la cuenta, pero se aseguran que el interlocutor ha interpretado correctamente el mensaje, y muy pocas veces dicen cosas de las que lego se arrepientan. Esto es por que analizan muy bien lo que dicen, a quien se lo dicen, y cómo se lo dicen; y suelen usar lenguajes, expresiones y gestos distintos en función de a quién se dirijan, para asegurar la correcta interpretación de sus palabras.

Y lo más importantes de aprender a detectar los sentimientos ajenos, es que dependiendo de lo que digamos y de cómo lo digamos, seremos capaces de despertar un sentimiento u otro en las personas con las que nos relacionamos.

Tengamos en cuenta que la persona que está delante nuestro, es capaz de interpretar nuestros sentimientos (al igual que nosotros interpretamos los suyos) y por tanto deberemos gestionar nuestros propios sentimientos antes de dirigirnos a la otra persona, para asegurarnos que recibe el mensaje de la mejor manera posible. Si estamos felicitando a alguien por un trabajo bien hecho, pero en ese momento estamos enfadados por que otra persona ha cometido un error garrafal que nos hundirá la empresa, probablemente el mensaje no llegue tal y como debería, probablemente sonará a falso; Pues las palabras le felicitarán, pero nuestros sentimientos (muy palpables en ese momento) dirán que estamos enfadados y decepcionados en lugar de contentos y satisfechos.

Recuerdo que es importante analizar las situaciones desde el punto de vista del otro y no desde el nuestro. La capacidad de una persona de ponerse en la situación de otro e interpretar correctamente sus sentimientos se llama Empatía.

Empieza pues a interpretar los sentimientos ajenos, y si puedes, practica con alguien de confianza. (No hace falta que sepa que intentas despertarle ciertos sentimientos, al menos al principio)

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